Las vacaciones de un abogado platense terminaron siendo un verdadero disgusto, por culpa de un grupo de delincuentes, que aprovechó que su casa estaba deshabitada para entrar a robar.
Fue una vecina de la víctima quien le dio la terrible noticia a través de un llamado telefónico, luego de observar que el frente de la casa se encontraba destrozado.
Todo parecía apuntar que se trataba de un robo.
Sin embargo, la mujer no se habría animado a ingresar por temor a encontrarse con los delincuentes.
Por este motivo, el letrado de 54 años debió pedirle a un familiar que se dirigiera a su domicilio, ubicado en calle 65 entre 30 y 31.
Al llegar, el pariente constató que autores ignorados efectivamente habían desvalijado su propiedad.
El robo bajo la conocida modalidad de “escruche” fue advertido el pasado viernes, en horas de la mañana, aunque se desconoce si efectivamente ese día sucedió el ilícito.
Según pudo saber este diario, la víctima recibió una alerta de la vecina, quien aseguró que la puerta estaba destrozada y abierta de par en par.
Luego de comprobar esta información, el familiar de la víctima llamó rápidamente al servicio de emergencias del 911 y solicitó la presencia policial en la vivienda.
El hombre sostuvo en su denuncia que los intrusos no solo habían violentado la puerta de ingreso a la propiedad, sino que también se habían llevado varios elementos de valor.
Así lo pudo constatar el propio damnificado a través de una videollamada.
A miles de kilómetros de distancia, el abogado debió asumir la dura tarea de evaluar los daños.
En el inventario que realizó a través de la pantalla de su celular pudo contabilizar que los intrusos le habían robado una consola de videojuegos de marca Sony modelo PlayStation 4, una notebook y una cámara de vigilancia, que se encontraba en el living.
Justamente, en torno a esto gira un halo de misterio ya que, entre otras funciones, la cámara debía enviar alertas al teléfono sobre algún tipo de movimiento en el interior de la propiedad. Lo cierto es que el dispositivo falló. Todo apunta a que lo desactivaron apenas ingresaron.
Además se llevaron una caja fuerte, que contenía 600.000 pesos, 275 euros, dos tarjetas y las llaves de su auto y de otra propiedad.
